15 de abril de 2023
Una película financia el rescate del olvido del actor Jorge Rigaud
“En este osario descansan los restos del actor Jorge Rigaud (1905-1984), San Valentín en ‘El día de los enamorados’. En su memoria y en la de las personas anónimas que lo acompañan”.
Tal es la leyenda que, desde inicios de abril de 2023, puede contemplarse en el Osario Norte del Cementerio Parroquial de Leganés, en recuerdo y rescate del olvido del actor Jorge Rigaud. La placa, ha sido financiada por un largometraje documental, “Osario Norte, los últimos días de San Valentín”, ahora en fase de producción, que dirige José Manuel Serrano Cueto, y produce Jorge Rivera, con la participación del actor Pedro Casablanc. La placa se ha colocado con el permiso del párroco responsable del cementerio, Jaime Pérez-Bocherini, y con la presencia de parte del equipo que trabaja en el documental, que tiene previsto su estreno dentro de unos meses, y que contó con un avance en el pasado Festival de Cine de Málaga.
Conviene que nos situemos. La película “Osario norte, los últimos días de San Valentín”, se adentra en la figura del actor Jorge Rigaud, uno de esos cómicos olvidados, a pesar de las más de doscientas películas en las que participó durante su larga carrera en Francia, Argentina, Hollywood, Italia y España, que murió en extrañas circunstancias en el invierno de 1984. Las líneas argumentales de la película, siguen los pasos de Jorge Rigaud durante algunos capítulos de su vida, y sobre todo en sus últimos suspiros: fue atropellado por una motocicleta en la Gran Vía de Madrid, después sufrió un desmayo en la calle Doctor Esquerdo. Ingresado en el Hospital Provincial de Madrid, fue dado de alta contra su voluntad y alojado en un geriátrico privado de Leganés, en cuya ciudad residía. Murió horas después. Solo. Desamparado. Fue trasladado al cementerio del municipio madrileño, en donde, ahora, se coloca la placa en su memoria.
Jorge Rigaud, será recordado sobre todas las cosas, por su intervención en dos películas que ya forman parte del imaginario colectivo de este país: “El día de los enamorados” (1959) y “Vuelve San Valentín” (1962), ambas dirigidas por Fernando Palacios, en las que nuestro actor daba vida en la tierra al mismísimo San Valentín. Su figura inolvidable, elegante, con bombín y paraguas oscuros, descendía de los cielos de Madrid, para deshacer entuertos amorosos y hacer triunfar el corazón a personajes que pululaban por aquellas calles luminosas de Preciados, Gran Vía y Plaza de Callao. Era un tipo alto, con la atractiva madurez de un cincuentón en buena forma, dueño de una mirada azul y luminosa. Un San Valentín entrañable e irrepetible, que terminó en un osario, olvidado por todos. Como tantos cómicos que, después de dejarse la piel, después de acompañarnos tantas veces haciéndonos reír, llorar o emocionarnos, se pasan a ese cementerio de los cómicos olvidados, muchos de ellos enfermos, arruinados, tristes, solitarios, que terminan en la cuneta del desamparo más atroz.
La placa en el Osario Norte de Leganés para Jorge Rigaud, puesta ayer, es un gesto imprescindible de vindicación de una carta de dignidad a un oficio impagable.