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Revista Adiós

Laura Pardo


Periodista especializada en música.
www.laurapardo.es
 

MÚSICA | Nunca digas adiós: canciones que son despedidas

08 de mayo de 2020

Nunca digas adiós: canciones que son despedidas

El pop y el rock están llenos de canciones de amor.
Pero a veces no es tan fácil detectar cuándo una tonada es simplemente otra canción de amor más, y cuándo tiene trazos autobiográficos y está dedicada a un compañero que ya nunca podrá estar junto a quien la canta. Así que, dejando a un lado los temas que son puramente ficción, hemos hecho un resumen de trabajos dedicados a cónyuges y parejas fallecidas.

 Empezamos por algunos de los más conocidos. Yoko Ono centró los dos discos que publicó en los años ochenta tras el asesinato de John Lennon en hablar sobre la soledad, la despedida y el duelo, con canciones como “Never say goodbye” o “No, no, no”. Pero décadas después el dolor seguía presente y, en 2013, lanzó junto a su hijo, Sean, “Little boy blue (your daddy’s gone)”, una canción sobre lo mucho que ambos siguen echando de menos a Lennon.

La viuda del grunge, Courtney Love, tardó dieciséis años, tras el mediático suicidio de Kurt Cobain, en encontrar palabras para hablar de la defunción de su marido en una canción. Lo hizo con su banda Hole en “Honey”, en la que se pregunta por qué no fue lo suficientemente buena como para salvar a Cobain de su autodestrucción.


(Kurt Cobain, Nirvana)

Jackson Browne también vivió ese drama de cerca, cuando su primera esposa, la modelo Phyllis Major, murió por una sobredosis de barbitúricos cuando el hijo de ambos tenía solamente dos años. Sucedió mientras él estaba grabando en el estudio y su muerte inspiró “Sleep’s dark and silent gate”.

Y los sevillanos Sr. Chinarro plasmaron en “Los Ángeles”, que habla de la inmolación de la primera novia seria de su cantante Antonio Luque, la desazón y la sensación de incredulidad ante la decisión de su pareja de quitarse la vida.


Antonio Luque

La americana Faith Evans, viuda del rapero The Notorious B.I.G. (asesinado en 1997 con 24 años), publicó junto a Puff Daddy el rap “I’ll be missing you”, dedicado a su marido muerto y construida sobre un extracto no autorizado del “Every breath you take” de Police. El homenaje llegó al número uno de ventas en muchos países, aunque los derechos de autor finalmente fueron para Sting.
De nuevo en España, Los Hermanos Cubero tributaron hace un par de años la práctica totalidad de su álbum “Quique dibuja la tristeza” al fallecimiento de la esposa de Enrique, uno de los miembros del dúo folk pop de La Alcarria. Su hermano Roberto le convenció para publicar en un disco esas canciones que, en principio, había creado solamente para él: unos diálogos consigo mismo o con su mujer, que había muerto víctima de un cáncer fulminante, en los que reconocía su desconcierto y que solamente seguía adelante por su hija.
En los mismos términos, y con una niña de pocos meses a su cargo, hablaba Mount Eerie en “A crow looked at me”, grabado en la misma habitación en la que falleció su mujer por culpa de un cáncer de páncreas.


Phil Elverum (Mount Eerie)

George Michael dedicó “You have been loved” a su pareja Anselmo Feleppa, que fue una víctima del sida. Y aunque la mayor parte de la canción habla desde el punto de vista de la madre de Feleppa, que visita junto a Michael la tumba de su hijo, hay un momento en el que este pide disculpas directamente a su amante por su comportamiento en los momentos difíciles de la enfermedad: “Si fui débil, perdóname, pero estaba aterrorizado”.


George Michael y Anselmo Feleppa

Por su parte Bob Mould, con su banda Sugar, tuvo palabras para esas pérdidas de medias naranjas de los primeros años del síndrome de inmunodeficiencia adquirida en “The Slim”. Aunque no ha trascendido quién era el destinatario de un tema tan desgarrador, recuerda que iban a estar juntos, precisamente, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separara.
La banda de punk The Off spring hizo en “Gone away”, que habla de alguien que se ha ido antes de que le correspondiera, un homenaje a la novia de su cantante Dexter Holland, muerta en un accidente de coche.
Y Myley Cyrus dedicó “Miss you so much” a un novio fallecido por una sobredosis.
También están los artistas que componen para que otros puedan poner voz al dolor por la ausencia de sus parejas: José Luis Perales escribió “Marinero de luces” para Isabel Pantoja y su retorno al mundo de la música tras dos años de duelo por la muerte de su marido Francisco Rivera “Paquirri”. En ella comparaba la muerte del torero con la partida de un marinero que nunca regresa.


José Luis Perales

Y Pink compuso para Celine Dion el tema “Recovering” justo después del fallecimiento de su marido René Angelil, seguido a los dos días por el de su hermano Daniel. La canadiense reconoció después que esta canción fue una gran ayuda para poner orden en sus momentos más duros y superar los duelos.


Celion Dion y René Angelil

O “Annabel Lee”, de Radio Futura, que aunque no es autobiográfica para los maños, está basada en un poema de Edgar Allan Poe que se piensa que habla sobre la esposa muerta del estadounidense.
También hay piezas que, aunque cuando se compusieron no reflejaban la historia real de sus intérpretes, cobraron nuevo sentido ante sucesos trágicos posteriores. Un desconocido Roy Orbison le dedicó a su jovencísima esposa Claudette una canción del mismo nombre que publicaron los Everly Brothers en 1958. Siete años después la grabó también él, y a los pocos meses Claudette moría, con apenas 24 años, en los brazos de Orbison tras un accidente de moto.


Roy Orbison

O el dúo (y pareja sentimental) de country Joey+Rory, que lanzó en 2012 “When I’m gone” (Cuando yo no esté), historia que cantaron como si ella se estuviera despidiendo de él porque estaba desahuciada médicamente. Poco después a Joey se le diagnosticó un cáncer de cérvix incurable, por lo que el corte adquirió un nuevo significado demoledor. Falleció en 2016.

O los numetaleros Korn, que publicaron el año pasado una canción, “Can you hear me”, que en principio iba a ser parte del proyecto en solitario de su cantante Johathan Davis. Escrita varios años antes, era una reflexión sobre la pérdida de un ser querido cuyo espectro pasea junto a él, pero tomó un nuevo significado tras la muerte de la esposa de este en 2018.