Javier Fonseca, nuestro colaborador y responsable de las páginas dedicadas a la literatura infantil, sufrió el pasado día 23 la muerte de su padre Julián Fonseca, en la foto. Una semana después, en el confinamiento ha escrito hoy el texto que publicamos aquí.
Y resulta que nieva
y estoy en casa
y un copo viene a morir
a mi terraza.
Lo acuno y le suplico
que no muera.
Él sonríe y me da
su luz postrera.
Yo recuerdo a mi padre
que se ha dormido
y con su sueño el alma
me ha derretido.
En el mundo de enfrente
una vecina
se persigna y se oculta
tras la cortina.