viernes, 19 de abril de 2024
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Revista Adiós

Ginés García Agüera


Periodista especializado en cine. Colaborador de "Adiós Cultural" desde el número 1.

CINE | Asunción Balaguer: más que la viuda, la actriz

23 de noviembre de 2019

Asunción Balaguer: más que la viuda, la actriz

Asunción Balaguer parecía una mujer dulce, frágil, pájaro herido por disparos de una existencia de casi cien años en la batalla. Tenía los ojos claros, la voz rota, la disposición a la sonrisa, el alma entregada a la amistad, el apego familiar, el recuerdo intransferible de su difunto Paco Rabal, con el que había vivido, convivido y al que había perdonado días y noches de ausencias, infidelidades, despropósitos conyugales. Y había experimentado, en alguna ocasión, deseos de tirar toallas empapadas en el desencanto. Pero, también, Asunción Balaguer, no fue sólo la mujer de Rabal, la viuda de Paco Rabal, la madre y abuela de descendientes de Rabal, no siempre el tierno ser que aguardaba paciente, en casa, poniendo al abrigo el fuego en la chimenea, las albóndigas calientes, las camisas almidonadas, el regreso de un marido que venía de farras y trasnocheos continuados. Asunción Balaguer, fallecida a los 94 años de edad con las botas puestas del amor a un oficio del que nunca se despegó del todo, nunca dejó de ser una gran actriz, una afianzada dama de las tablas y los platós, una cómica de raza de esa ralea llamada a la extinción.
 
Pocos días antes de su muerte se la podía ver, cada mañana, cogiendo un autobús desde la localidad de Alpedrete, donde residía, hacia Madrid, lugar en el que la esperaban jornadas de ensayos, representaciones teatrales, trabajos puntuales en los rodajes de series de televisión y películas, para luego, muy tarde ya, regresar a casa, ponerse unas pantuflas y descansar, antes de que, otra vez, amaneciera y comenzara otra jornada de trabajo. Asunción era una nonagenaria incansable, entregada a una profesión que, no podía ser de otra manera, ha mostrado su amor, su consideración, su respeto inmenso, por la actriz ahora desaparecida. Son muchos los compañeros de trabajo que han mostrado el recuerdo entrañable a la compañera de tantos rodajes y tantas representaciones; muchos los periodistas y gacetilleros que la trataron y entrevistaron durante su larga carrera, a los que dejó caer su talante, bonhomía y sonrisa insobornable. También, muchos los amigos a los que se supo entregar tiempo, su bella sonrisa y generosidad.
 
 Ahora, sus restos viajarán hacia la localidad murciana de Águilas, para que permanezcan al lado del que fue su marido, el actor Francisco Rabal. Volverán a estar juntos. Esta vez, sin ausencias, sin infidelidades, sin esperas desoladoras. En el recuerdo, conviene apuntar que Asunción Balaguer, no sólo fue la esposa de Paco Rabal. No sólo la madre de Benito y Teresa Rabal. No sólo la abuela de Liberto Rabal. Asunción Balaguer fue una reina de la interpretación. Una gran actriz de esas que han sabido dignificar y enriquecer una hermosa profesión. Y ahora, parece que resuenan los versos de Rafael Alberti, gran amigo de Asunción, cuando cantaban:

¡Cómo la miraba yo,
morir desde mi balcón!
 
A Asunción Balaguer, “in memoriam”.
Fallecida hoy 23 de noviembre.

Fotografía de Jesús Pozo del nicho al que llegarán las cenizas de la actriz y en el que están las de su marido, Paco Rabal.