Obra: Que no, que no me muero
Autor Texto: María Hernández
Ilustraciones: Javi de Castro
Editorial: Modernito Books (2016)
Lupe, la protagonista de esta historia deja muy claro al principio de la obra cuál es su forma de afrontar la vida y todo lo que le depara: “Yo nací azul y sin paciencia ninguna. Lo del color se me pasó en un ratito, con oxígeno y eso, pero lo otro no (...)
En este libro se cuenta cómo en estos últimos años he tenido muchísimas oportunidades para desplegar una paciencia maravillosa, zen, elegantísima, de esa que te ilumina de inteligencia y te embellece y sirve de inspiración a los demás. Y cómo las he desaprovechado todas. ”Una bocanada de aire fresco entre tanta obra de autoayuda y positivismo que, a veces, resulta casi opresivo para quien sólo quiere pasar su mala racha sin que sentirse obligado a ser ejemplo de nada. Un poco de realidad adereza da inteligentemente de sarcasmo y humor ácido con el que afronta una situación para la que, la protagonista, rechaza los edulcorantes.
“Que no, que no me muero” es una novela gráfica de la joven editorial Modernito Books, en su colección Papel Pintado, y realizada en base a los relatos de la periodista y escritora María Hernández Martí con las ilustraciones de Javi de Castro. Para la autora canaria no es su primera publicación, pero si es su primera incursión en la novela gráfica. María Hernández Mar-tí es autora del libro de relatos Vida Tinta (Almuzara 2008).
Licenciada en Geografía y máster en periodismo y ha trabajado como profesora, redactora, responsable de comunicación... y en la actualidad, según la biografía de la editorial “se dedica a mantenerse con vida a escribir”. Debuta en la novela gráfica con esta obra. Por su parte, el ilustrador, el leonés Javi de Castro, premio Autor Revelación del Salón del Cómic de Barcelona en su 34º edición.
La protagonista, Lupe, tiene 38 años, pareja, perro, padres, hermanos, amigos, problemas de trabajo, clientes que no pagan y un cáncer de mama. Se enfrenta a esto último con el mismo sentido del humor ácido y sarcástico que aplica al resto de su vida, y nos muestra cómo, con la aparición de la enfermedad “se espera de ella que sea un ejemplo de positivismo y superación. Y que tome batidos de remolacha”. Y, nada más lejos de su intención.
Protagonista y autora comparten su aversión a los libros de autoayuda y el optimismo casi impuesto socialmente como único modo de afrontar situaciones como la que vive. A lo largo de las páginas de esta novela gráfica se describe la enfermedad y su tratamiento, cómo afecta física y psicológicamente a quien la padece, cómo es vista socialmente y las distintas formas en que reaccionan los familiares, amigos, conocidos y también algún que otro desconocido que rodean a la enferma.
Pero, es una historia sin moralejas. Así lo explicó María Hernández en una entrevista a la Agencia efe tras la presentación de su libro: “No existen (las moralejas) porque, como dice Lupe, la protagonista, si se muere, ‘no es el fi n del mundo’. Te-nía ganas de contar estas historias y coincidió que el tema era el cáncer ya que yo estaba en medio de esa situación y las historias me cayeron encima. Pero no hago campaña, ni doy mensajes, ni consejos, ni testimonios de nada”.