lunes, 07 de octubre de 2024
Enalta
Revista Adiós

Dies irae

01 de enero de 1970

Un poema que pasa a formar parte de la misa de difuntos, de la música y el cine.

Dies irae

Se trata del comienzo de un breve poema de diecisiete estrofas monorrimas, atribuido al franciscano Tomás de Celano, biógrafo de san Francisco de Asís, que lo compuso probablemente hacia mediados del siglo XIII.

El poema alcanzó enseguida gran fama y pasó a convertirse en la secuencia de la misa del día de difuntos (2 de noviembre). Los diversos motivos que se desarrollan en el poema se encuentran ya en distintos textos de la liturgia de difuntos, tanto de la misa como del Oficio y de otros ritos. El contenido aparece en la tradición cultural cristiana. Los primeros versos se inspiran en un texto del profeta Sofonías (I, 15), que expresan los sentimientos del alma al meditar en el Juicio Final.
Su primer verso, Dies irae, dies illa ("Día de la ira, día aquel...") se encuentra ya en un poema del siglo IX. Dies irae, dies illa Solvet saeclum Teste David cum Sibylla La Sibila, testigo del Juicio Final, está ya presente en san Agustín. El rey David es el símbolo histórico de la realeza y del poder de juzgar el Mesías.

Por otra parte, en la iconografía hay asimismo testimonios de estas realidades. Así, tanto en el arte románico como en el gótico, especialmente en sus vidrieras, la idea del Juicio Final era patente. En la segunda mitad del siglo XIII fue introducido en los misales franciscanos como secuencia de la Misa pro defunctis. De ellos pasó al misal romano en el siglo XVI, haciéndose obligatorio para toda la Iglesia latina con la reforma litúrgica de san Pío V (1570).
Musicalmente, depende del responsorio Libera me (s. X).
Como tema folklórico fue utilizado por Berlioz en la Sinfonía fantástica, y por Saint-Saïens en la Danza macabra y en la tercera Sinfonía. Dies irae es asimismo el título de una película de C. Dreyer (1943), a partir de la novela "Anne Petersdotter" de Wiers Jenssens, drama de una joven acusada de brujería por la Inquisición en el siglo XVII, obra de gran belleza plástica y ambiente atormentado.

Autor: Javier del Hoyo