miércoles, 24 de abril de 2024
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Revista Adiós

La increible historia de la ABUELA GÁNSTER

04 de septiembre de 2019

literatura infantil (+ 8 años)

La increible historia de la ABUELA GÁNSTER

Ben es un chico de once años que quiere ser fontanero. Vive en Inglaterra con sus padres, obsesionados con los programas televisivos de baile hasta el punto de que todos los viernes, para poder disfrutarlos, le mandan a casa de su abuela a dormir.
Cada fin de semana con la anciana es un suplicio para Ben: solo come repollo en múltiples recetas, bombones incluidos; juegan aburridas partidas de Scrabble; se acuesta cuando aún no ha anochecido y tiene que soportar los continuos pedos de su abuela.
Hasta que un día descubre que esta tiene un secreto que le abrirá la puerta a la mayor aventura que jamás vivirá. Una aventura que le llevará a conocer a la mismísima reina de Inglaterra en circunstancias, digamos, un tanto especiales.
Este libro es un compendio de irreverencias, exageraciones y pequeñas escatologías que harán las delicias de los pequeños lectores.
Humor y aventura gamberros enriquecidos por unas ilustraciones de trazos rápidos, muy expresivas, cercanas al cómic, que dialogan con la historia.



Pero aún no hemos dicho nada por lo que merezca estar recomendado en esta sección y ya llevamos ciento noventa palabras. Vamos al grano.

Partiendo de un tema tan trillado en la literatura infantil como las relaciones intergeneracionales nietos-abuelas, y usando el humor como endulzante, el autor aborda temas tan delicados como la soledad de los ancianos, la necesidad de vivir con intensidad, el riesgo de fiarnos de las apariencias sin mirar más al fondo, el agradecer y disfrutar el tiempo con aquellos a quienes amamos y nos quieren... Y todo ello porque cuando menos lo esperamos la muerte puede aparecer, cambiarlo todo. Y entonces solo queda tiempo para lamentaciones.
El libro nos invita a descubrir cómo las personas pueden esconder mucho más de lo que aparentemente nos muestran y, que si queremos que su recuerdo nos acompañe cuando no estén, lo mejor que podemos hacer es vivir a su lado con intensidad, haciendo que el tiempo pasado juntos sea de calidad afectiva y, por qué no, de aventura o de compartir secretos
. Y lo hace con ese tono gamberro comentado, con un ritmo ágil y ligero, pero sin restar un ápice de tristeza, sin ocultar el dolor que produce la pérdida, por más que creamos estar preparados.
Podemos decir que es un libro que trata un tema delicado sin tapujos, lo envuelve todo en ese tono irreverente y vitalista que hace que el trago sea un poco menos amargo y lo desdramatiza hasta donde es posible para que no pierda sentido.

Una historia que no es lo que parece al principio, que va cambiando a medida que nos internamos en ella, que no deja de hacernos guiños y sembrar sorpresas por el camino. Repleta de aventura infantil, sencilla y directa, de disparates y absurdos y, al mismo tiempo, con un mensaje que no deja indiferente. Y esa carga de fondo que esconde está expuesta de manera también muy directa y sencilla, adaptada a los pequeños lectores que disfrutarán a carcajadas y, al tiempo, se acercarán a temas tan delicados como la muerte y el cuidado de los ancianos. Este libro nos muestra cómo los temas trascendentes no están reñidos con la risa, cómo es posible respetar y tratar cualquier tema desde el humor e incluso cierta irreverencia.
Estos ingredientes bien usados no solo divierten, sino que hacen cualquier historia mucho más conmovedora.  Lo que aprende Ben al final, y también nosotros, que estamos acompañándolo en su aventura, es que lo que hace que una vida merezca la pena no es ni el Scrabble, ni el repollo, ni conocer a la reina de Inglaterra… ni siquiera ser la ladrona de guante blanco más buscada de la historia, sino el compartir las experiencias y el tiempo de calidad con quienes quieres.