Un equipo de científicos harán un análisis forense y restaurarán la momia del general Prim, que se encuentra en Reus, gracias al acuerdo que firmarán el ayuntamiento de esta localidad, la Universidad Camilo José Cela de Madrid y la Diputación de Tarragona, entre otros organismos.
Según informó hoy el alcalde de Reus, Carles Pellicer, en rueda de prensa, este acuerdo tiene por objetivo rehabilitar el mausoleo y proteger la momia en plena preparación del bicentenario del nacimiento del militar y estadista.
Los acuerdos, que se firmarán próximamente, permitirán hacer un análisis forense del cuerpo y hacer los trabajos de restauración que den las máximas garantías de conservación de la momia, que ahora está depositada en el Tanatorio de Reus a la espera de la rehabilitación del mausoleo, en el cementerio de la localidad.
El equipo que hará el estudio científico está liderado por el director del Departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, Francisco Pérez Abellán, y contará con profesionales de prestigio de las universidades de Granada, de Valencia, de la Complutense y de la Politécnica de Madrid.
Los científicos formarán un grupo multidisciplinar integrado por antropólogos, médicos forenses, criminólogos e historiadores, y entre ellos habrá profesionales del Hospital de Sant Joan de Reus y de la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Paralelamente a la conservación del cuerpo, la Diputación de Tarragona ha mostrado su compromiso de financiar las obras de rehabilitación del mausoleo, un proyecto bloqueado desde hace más de un año y medio por falta de fondos.
El objetivo es que tanto la conservación de la momia como la restauración del mausoleo estén terminados en 2014, a punto para la conmemoración del Año Prim, que conmemora los 200 años del hijo ilustre de Reus.
La momia del general y estadista ilustre permanece en el tanatorio de Reus desde hace más de 18 meses, a la espera de un tratamiento que garantice su conservación.
El cuerpo del general ha sufrido una gran degradación en los últimos años, acelerada por el plomo que contenía el ataúd original, expuesto durante casi cuarenta años en el mausoleo del cementerio de Reus y protegido hace algunos años con una cristalera para mantener estables la temperatura y la humedad.
La singularidad de la figura de Prim, militar muy culto y con visión de estadista, y su asesinato siguen levantando hipótesis en la actualidad, algunas tan sugestivas como una traición de sus propios compañeros masones.