El cementerio de San Rafael de Málaga concluirá la construcción en algo menos de un año de un panteón que acogerá los restos mortales de 2.840 víctimas de la Guerra Civil que fueron enterrados en el mayor conjunto de fosas de la Guerra Civil y el franquismo de España y cuya exhumación concluyó en 2009.
Así lo dijo el pasado lunes en rueda de prensa el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado por el presidente y expresidente de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, José Dorado y Francisco Espinosa, respectivamente.
El monumento, con un coste de unos 220.000 euros financiados entre Gobierno, Junta y Ayuntamiento, tendrá forma piramidal donde se escribirán los nombres de 4.000 personas asesinadas durante la Guerra Civil y acogerá unos 2.840 restos mortales que fueron enterrados en nueve fosas comunes del camposanto de San Rafael.
Los restos, que actualmente están custodiados en el Parque Cementerio de la ciudad Parcemasa, serán traslados a su nueva ubicación una vez concluidas las obras, que comenzarán en unos tres meses.
El presidente de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica ha expresado la satisfacción de los familiares y miembros de la entidad por poder recuperar los cuerpos y darles un entierro digno.
Además, se han extraído algunas muestras de los restos mortales, que están custodiadas en la Universidad de Málaga, con la posibilidad de que cara al futuro puedan realizarse pruebas de ADN y cotejarlos con una base de datos de los familiares que ya se han hecho las respectivas pruebas.
Sin embargo, desde la Asociación expresan que está lejos la identificación de las víctimas porque no hay "buenas noticias sobre el estado de los restos" y por la situación económica.
La cifra exacta de los nombres a los que se va a homenajear con el monumento, 4.460 se ha desprendido de la investigación de archivos militares de diferentes ciudades y el registro civil de Málaga, aunque solo permanecían en fosas comunes los restos mortales de 2.840 porque unos mil fueron enterrados de forma individual.
El resto de los nombres pertenecen a víctimas que se encuentran en alguna otra ubicación e incluso que fueron trasladados al Valle de los Caídos, según el expresidente de la Asociación.