Expertos en derechos humanos de Naciones Unidas reclamaron el pasado viernes a Canadá y el Vaticano que investiguen el reciente hallazgo de una fosa común con restos de 200 niños indígenas en un antiguo internado de la Iglesia Católica en la provincia canadiense de Columbia Británica (oeste del país).
"Las autoridades deben investigar las circunstancias y responsabilidades que rodean estas muertes, lo que incluye exámenes forenses de los restos y la identificación y registro de los niños desaparecidos", señalaron los expertos en un comunicado.
También pidieron que las investigaciones se extiendan a otros antiguos internados para niños indígenas en Canadá.
En ellos "se cometieron violaciones de los derechos humanos a gran escala contra niños de comunidades indígenas, y es inconcebible que Canadá y la Santa Sede ignoren estos terribles crímenes sin establecimiento de responsabilidades y reparaciones", subrayaron los responsables de derechos humanos.
Los restos se hallaron en la antigua residencia escolar Kamloops, que fue administrada por la Iglesia Católica entre finales del siglo XIX y los años 60 del siglo pasado, como parte de un sistema en el que más de 150.000 niños indígenas fueron educados por el Gobierno canadiense o instituciones eclesiásticas entre 1831 y 1996.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá determinó que muchos niños de comunidades indígenas fueron víctimas de abusos físicos y sexuales, lo que causó además la muerte de al menos 4.000 de ellos por enfermedades, negligencia, malnutrición, accidentes o maltrato en esos internados.
Los expertos de la ONU pidieron al Gobierno canadiense que aplique en su totalidad las recomendaciones de la Comisión de la Verdad emitidas en 2015, después de que "durante demasiado tiempo, las víctimas y sus familias hayan estado esperando justicia y reparación".
En el comunicado solicitaron también a la Iglesia Católica que brinde libre acceso a sus archivos en esos internados, conduzca investigaciones internas sobre los abusos y haga públicos los resultados de sus pesquisas.
Entre los firmantes de la petición están, entre otros, los relatores especiales de la ONU sobre verdad, justicia y reparación (Fabián Salvioli), derechos de los indígenas (Francisco Cali Tzay) y contra la explotación infantil (Mama Fatima Singhateh).
El descubrimiento de los restos de niños indígenas ha vuelto a dejar al descubierto en Canadá la dolorosa herida del pasado racista y de genocidio cultural en este país.
Misioneros Oblatos de María Inmaculada
El viernes pasado, Rosanne Casimir, jefa de los tk'emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica, en el oeste de Canadá, anunció el descubrimiento de los restos en los terrenos de una antigua residencia escolar, por la que pasaron miles de niños durante sus casi 80 años de existencia.
Casimir declaró el viernes durante una rueda de prensa que quiere una "disculpa pública" de la Iglesia Católica por su papel: "no sólo para nosotros, sino para todo el mundo".
El internado de Kamloops, que fue parte del sistema de 130 residencias escolares instalado por el Gobierno de Canadá, estuvo gestionado por los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Los Misioneros Oblatos fueron responsables de la gestión de casi la mitad de las 130 residencias escolares para indígenas establecidas entre 1890 y 1996, año en que cerró el último internado, informa Efe.
Se estima que unos 150.000 niños indígenas fueron internados en esas instituciones y que al menos 4.000 murieron durante su estancia.
El resto de las residencias escolares, donde los menores sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales de forma sistemática, fueron administradas por otros grupos cristianos o directamente por funcionarios del Gobierno canadiense.
+INFO
Tras el escándalo de Kamloops, los indígenas de Canadá exigen al Papa que pida disculpas
https://www.religiondigital.org/america/escandalo-Kamloops-Canada-Papa-disculparse_0_2347265258.html