El Ayuntamiento de Torrelavega instalará en diversos puntos de la ciudad dos modelos distintos de paneles o vitrinas para permitir la pegada de carteles, anuncios o esquelas sin ensuciar las fachadas de los edificios, cuyo uso estará regulado por una normativa que se redactará el afecto.
En rueda de prensa, el concejal de Medio Ambiente, Pedro Carrera, anunció el martes que esta misma semana se decidirá el modelo concreto de vitrina cerrada donde realizar las pegadas de anuncios y folletos municipales, así como de los carteles del Teatro Concha Espina y las esquelas de las funerarias.
A su vez, en breve se aprobará un segundo modelo de panel para uso ciudadano y de las asociaciones o colectivos del municipio, aunque en este caso no será cerrada y la pegada estará regida por una normativa que limitará el tiempo en el que los anuncios podrán estar expuestos.
Pedro Carrera ha reiterado que el objetivo es "erradicar" las pegadas de carteles y anuncios en las paredes de edificios, además de cumplir una demanda de diversos colectivos ciudadanos y grupos municipales ante la proliferación de pegadas ilegales "que ensucian las calles y afean la imagen" de Torrelavega.
Como ejemplo, ha puesto el trabajo realizado a finales del pasado año por el servicio municipal de limpieza viaria de Torrelavega que retiró más de 1.600 pegatinas y carteles en sólo tres días, dentro de una campaña destinada a eliminar los anuncios de este tipo que proliferan por toda la ciudad.
Los carteles retirados pertenecían a medio centenar de anunciantes con los que el Carrera se puso en contacto para informarles personalmente de la prohibición que rige al respecto, y también de la posibilidad de ser sancionados. La intención de regular la pegada de carteles en Torrelavega causó hace unos meses una protesta por parte de diversos colectivos ciudadanos, al entender que desde el Ayuntamiento se pretendía limitar el derecho de los mismos a publicitar sus convocatorias. Así, se creó la denominada Plataforma por la Libertad de Expresión para lograr una normativa "equilibrada", que pasaría por limitar ciertos lugares para la colocación de propaganda, lo que les permitirá a estos colectivos informar y expresarse sin miedo a ser sancionados con multas de hasta 300 euros.