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Revista Adiós

Lugo abre camino en España a los congresos sobre cultura y patrimonio funerario

Publicado: lunes, 03 de diciembre de 2018

Lugo abre camino en España a los congresos sobre cultura y patrimonio funerario

El I Congreso Iberoamericano “Cultura e Memoria: as perspectivas da norte”, celebrado en Lugo el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, se ha caracterizado por el interés científico y por su vocación de continuidad. Los contenidos temáticos del congreso han conseguido visibilizar el valor cultural, patrimonial y turístico de los cementerios, profundizar en las representaciones simbólicas e iconográficas de la muerte en la historia, reflexionar sobre antropología y muerte, y también revalorizar el cambio que en los últimos veinte años ha experimentado la vivencia y experiencia de la muerte desde el sector funerario a través de la educación y la cultura. Las conferencias del congreso han sido impartidas por expertos que compartieron sus conocimientos científicos y los resultados de sus investigaciones con los 85 congresistas inscritos. El congreso fue inaugurado por Lara Méndez López, alcaldesa de Lugo.
La jornada del viernes contó con las ponencias del arqueólogo municipal Enrique González Fernández, que acercó los ritos y espacios funerarios en Lugo en la época romana. La doctora, arquitecta y profesora Ana Pérez Naya analizó la función del cementerio en general desde un punto de vista arquitectónico y de memoria. Por su parte Ana García Barrios, licenciada en Historia del Arte e Historia de América, presentó su investigación sobre la muerte en la actualidad en el pueblo maya.
La mesa redonda de esta primera jornada analizó la muerte desde diferentes culturas, y para ello contó con la intervención de Esther Vaquero, de la Fundación Chu Sup Tsag, que, analizando desde el budismo los cuatro sufrimientos de la vida –nacer, envejecer, enfermedad y muerte-, reflexionó sobre la importancia de vivir eliminando los factores mentales negativos de nuestro día a día para que la muerte sea lo más tranquila posible.
El doctor en Ciencias Políticas Max-Jean Zins disertó sobre la “Evolución de los ritos funerarios de los guerreros en la India hoy”. Su aportación comenzó con el estudio sobre la colocación de los muñecos de peluche cuando ocurre una trágica muerte por accidente. Entre las reflexiones que compartió durante su intervención se encuentra esta: “Las velas se han sustituido por peluches en un intento simbólico de infantilizar a un adulto y mandarle a un pasado perteneciente a los niños”. Y esta otra: “El adulto es devuelto al mundo infantil en un intento de abolir el pecado en nuestra sociedad”. También concretó que en “la India la obsesión con el cuerpo muerto concentra todas las atenciones de los vivos. El cuerpo es entendido como un escudo carnal que cambia de forma con la muerte. El cuerpo es un testigo efímero de un tránsito y este tránsito proyecta hacia un mundo cósmico por naturaleza mucho más infinito. En la India el fuego es el elemento purificador, y las cenizas son el resultado más puro del fuego y, por lo tanto, purificadoras. En la cultura de la India el héroe es el personaje del drama, y los soldados son considerados como mártires. El mártir es el personaje que tiene que morir, es el personaje de la tragedia, no del drama”.
La última intervención de esta mesa de ponencias fue la del escritor y periodista Jesús Ávila, con el título “La muerte en el catarismo”. Según la explicación de Ávila, el catarismo concebía el mundo como un campo de batalla entre dos principios igualmente poderosos, el del bien y el del mal: “La redención de Cristo no viene tanto de su pasión como de haber mostrado al hombre el camino por el que puede liberarse del componente material para retornar al creador”. Habló de que las clases sociales del Languedoc se vieron afectadas en distintos grados por el impacto del catarismo y de las persecuciones de la Inquisición. Su intervención estuvo salpicada de unas muy interesantes imágenes como, por ejemplo, las iconografías del prototipo del Cristo bogomilo (sin cruz y con los brazos abiertos) o la del pelícano dando de comer a sus polluelos y las estelas discoideas del cementerio de Fuentespalda (Teruel).
 
Visita al cementerio de San Froilán
 
La jornada del viernes contó con una interesante visita guiada al cementerio lucense de San Froilán de la mano de la catedrática de Historia de Arte y directora del Centro de Estudios de la Ciudad, Ana Goy Diz. Este cementerio cumple 70 años de su construcción por el arquitecto Eloy Maquieira, y en el recorrido se pudieron contemplar bellos panteones, entre ellos el de la familia Ventosinos, que cuenta desde el año 2015 con el galardón al Mejor Monumento Arquitectónico Funerario de España otorgado por el Concurso de Cementerios de la revista “Adiós Cultural”. Además, con motivo de este 70 aniversario, el Ayuntamiento de Lugo ha colocado una sorprendente escultura realizada en acero corten que hay que rodear para comprender toda su simbología. El escultor quiso dejar constancia de todo aquello que vamos dejando atrás a medida que caminamos hacia el fin de la vida. Esta jornada finalizó con una obra de teatro del grupo Achádego, que representó “Memorias de Alén”.
La jornada del sábado comenzó con una mesa redonda con el título “Muerte digna: perspectivas”, moderada por el periodista y director de la revista “Adiós Cultural”, Jesús Pozo. Los ponentes de la mesa fueron el doctor en Humanidades y enfermero Isidoro Rodríguez Pérez, con la conferencia “Ayudar a morir a cada persona. Una cuestión individual y cultural”; María González Granxeiro Real, abogada especialista en Derecho de Familia y Derecho de Sucesiones, con la disertación “Una situación legal de la muerte digna en España”; Ascensión Cambrón infante, presidenta de la Asociación por el Derecho a una Muerte Digna, con la conferencia “Libres ata o final. Materiais para xustificar a eutanasia”; y finalmente Carlos Álvarez Ballesteros, de la Asociación Vida Digna, que habló sobre los “Problemas jurídicos, económicos y éticos de la legalización de la eutanasia”.
María González Granxeiro insistió en dos aspectos fundamentales: la falta de objetividad a la hora de hablar sobre la eutanasia, debido al fuerte componente moral que conlleva, y la protección por antonomasia de la voluntad de la persona. Con la prudencia de no confundir términos, se habló de la necesidad de regulación y de informar especialmente del denominado “Documento de voluntades anticipadas”.
Seguidamente, Isidoro Rodríguez Pérez comenzó con la reflexión de que la muerte está en nosotros y fuera de nosotros. Su profesión desde el ámbito de la enfermería focaliza la afectación a la persona, al entorno, a la salud y a los cuidados de la salud. Después de hablar de diferentes teorías antropológicas en la concepción del ser humano, expuso que la visión del enfermero ha cambiado en los últimos años: “Se ha pasado de ser un enemigo que hacía la guerra a la muerte a verlo ahora también como un acompañamiento”.
Ascensión Cambrón fue rotunda a la hora de explicar la necesidad de una ley de la eutanasia: “Tenemos un nuevo derecho porque la eutanasia es un tema individual e intelectual, pero también es social y político. Desde esta perspectiva la eutanasia es un tema transversal que tiene que convertirse en un derecho”.
La última conferencia fue la de Carlos Álvarez Ballesteros que, desde la Asociación Vida Digna, mostró su rechazo a la eutanasia porque, según sus argumentos, “ejerce una presión sobre los colectivos vulnerables”. Sus palabras fueron fuertemente contestadas por los demás miembros de la mesa cuando insinuó que las nuevas leyes pueden convertirse en un argumento para hacer desaparecer personas sin muchas contemplaciones. Carlos Álvarez se disculpó posteriormente por sus drásticas palabras. La mesa redonda analizó también el presente y el futuro de los cuidados paliativos y la presencia del enfermo que ha pasado de ser paciente a usuario y, en algunos casos, a cliente de las compañías médicas y aseguradoras.
 
La Santa muerte y los NN
 
La jornada sabatina continuó con la ponencia de Juan Antonio Flores Martos, doctor en Antropología Social, que expuso sus resultados en la conferencia “La muerte como patrimonio propio de Iberoamérica: perspectivas antropológicas sobre malas y buenas muertes”. Después de analizar el concepto de muerte a lo largo de la Historia y de la mano de Philippe Ariés, el ponente expuso la relación que en Iberoamérica se tiene con la muerte propia, cargada de actos simbólicos en torno a la Santa Muerte en México. “El concepto de patrimonio propio lo entiende desde un punto de vista ‘de abajo hacia arriba’; es decir, cómo a través de los muertos comienza a aflorar un culto utilitario y pragmático. Se compra una figura de la Santa Muerte, se lleva a la iglesia y se bendice. Los muertos son muertos milagrosos”, fueron algunas de las reflexiones que dejó Flores. Durante su intervención mostró interesantes imágenes que ilustraban el carácter utilitario de los muertos. Otros temas abordados en esta ponencia fueron los muertos NN, “personas fallecidas que no ha sido posible identificar pero que pueden ser ‘adoptados’ por otras personas. De esta manera, la familia puede superar el luto y dolor por la muerte de un hijo por no tener su cuerpo recuperado pero un NN acaba convirtiéndose en un recuerdo y una memoria a quién cuidar. Casi en un sustituto o, incluso, otro miembro más de la familia”.
La siguiente ponencia fue impartida por el doctor en Geografía e Historia Francisco José Rodríguez Marín sobre los “Cementerios como recurso cultural y turístico. Experiencias de gestión y difusión”. Tras un exhaustivo trabajo de campo, el conferenciante fue exponiendo la importancia de valorizar los aspectos positivos de cada cementerio y de potenciar su carácter, porque no basta con que tengan las puertas abiertas. Los cementerios monumentales pueden tener protección como Bien de Interés Cultural y la importancia de protegerlos de alguna manera está en los planes generales de ordenación urbana, explicó. En su ponencia mostró cómo se gestionan los cementerios de Glasnevin, en Dublín (Irlanda); el de Dos Prazeres, en Lisboa; el cementerio judío de Praga (República Checa), y, entre otros, el de Kaecken, en Bruselas (Bélgica).
Seguidamente se desarrolló una mesa redonda con el título “Grandes cementerios patrimoniales”, que comenzó con Jordi Valmaña, presidente de la Asociación de Empresas Funerarias y Cementerios Municipales. Documentó e ilustró el trabajo realizado, principalmente en el cementerio de Montjuïc, desde la rehabilitación de los edificios, los elementos esculturales y patrimoniales, la nueva oferta cultural que ofrece, el museo de carros fúnebres y las nuevas propuestas que han desarrollado en los últimos años.
Otra de las conferencias fue impartida por José Francisco Ferreira Queiroz, doctor en Historia del Arte, que expuso su estudio en torno al lenguaje de las flores en los cementerios que ha recorrido. La conferencia no sólo se centró en interesantes aspectos iconográficos y documentales, sino también en la denominación de las diferentes flores que se utilizan en el entorno funerario en otros países como Francia, Italia o Inglaterra.
Le tocó el turno a Eduardo Jorge Montemuiño Aloiso, de la Red Uruguaya de Cementerios y Sitios Patrimoniales, que habló, a través de una videoconferencia desde su país, sobre el “Patrimonio funerario uruguayo. Un legado vivo no presente”. La mesa redonda la cerró la conferencia de Ana Goy Diz sobre la construcción y la historia del antiguo y primer cementerio público de Lugo, el traslado de los fallecidos y de sus monumentos al actual cementerio de San Froilán hace setenta años. Precisamente sobre este último aspecto, Ana Goy Diz informó a los congresistas de la puesta en marcha de una investigación para intentar identificar y encontrar los casi veinte monumentos funerarios que fueron vendidos durante ese traslado y que deben estar en algún lugar de España. Por el momento solo han identificado y localizado uno de los panteones.
El congreso se clausuró con la ponencia del director de “Adiós Cultural”, Jesús Pozo, que ofreció un análisis de cómo ha ido cambiando el concepto de muerte en los últimos 22 años desde la creación de esta publicación, la única revista que difunde y reflexiona sobre la muerte desde el punto de vista de la cultura, el patrimonio, la educación y el turismo. La ponencia tuvo varios ejes fundamentales: acercar cómo se está celebrando hoy el Día de Difuntos en el cementerio de Alcalá de Henares (Madrid) con el acto homenaje “El atardecer de las luces”, y donde la naturaleza, la música, los niños y los globos recuerdan a los familiares fallecidos. Seguidamente, Pozo expuso la necesidad de hablar a los niños de la muerte, de no ocultarles los hospitales y los cementerios. También explicó cómo, poco a poco, el funerario ha normalizado su trabajo en su contexto social y de cómo el camino en el progreso de este trabajo debe ser el de utilizar la sensibilidad como primer recurso. El ponente presentó a los congresistas el trabajo que se realiza desde “Adiós Cultural”, así como el resultado de las estadísticas sobre la consulta de la web. La ponencia finalizó con dos vídeos relacionados de cómo lo funerario está siendo integrado y normalizado ya en la publicidad de otros sectores que no tienen nada que ver con el sector.
Tras las conclusiones, la clausura del congreso corrió a cargo de la concejal de Ayuntamiento y Ciudadanía, Rosana Rielo Rozas; la jefa de Sección de Estadística del Cementerio, Amparo Rubinos Hermida, y la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Santiago de Compostela Ana Goy Diz. Francisco José Rodríguez Marín aprovecho la clausura también para anunciar la celebración en noviembre de 2019 en Málaga la celebración del XX Encuentro Iberoamericano de Cementerios Patrimoniales de la Red Iberoamericana.
 
La apuesta de Lugo
 
La alcaldesa, Lara Méndez, junto a la concejal Rosana Rielo; la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez; Jesús Valdés, auxiliar del Vicerrectorado de Coordinación del Campus de Lugo; y José Antonio Muñoz, vicepresidente de la Asociación Nacional de Entidades y Empresas Municipales de Servicios Funerarios y de Cementerios, inauguró el I Congreso Iberoamericano Cultura y Memoria, dedicado a abordar las perspectivas de la muerte.
Méndez destacó que esta iniciativa, organizada por el Ayuntamiento en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela en el marco de los actos de conmemoración del 70º aniversario del cementerio municipal de San Froilán, es un éxito de convocatoria, con más de cien participantes entre ponientes e inscritos llegados de toda Galicia y el resto de España. En el acto de inauguración participó también por videoconferencia Luis Dulout, presidente de la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales
El encuentro contribuye al objetivo del Gobierno municipal de convertir Lugo en ciudad de congresos, por la difusión de conocimiento que suponen, pero también porque sirven de plataforma para la promoción de la riqueza patrimonial de la ciudad. Por eso apuesta por temáticas diferenciales como es la de la muerte y los rituales funerarios. De hecho, este es uno de los pocos foros en España que se celebran sobre este tema. En este sentido, el congreso, así como todas las actividades culturales que organiza el Ayuntamiento en el cementerio municipal, aseguró la alcaldesa, sirven para romper el tabú de la muerte que persiste en la sociedad, “a abordarla con normalidad como un hecho natural que forma parte de la vida. Mientras la muerte siga siendo un tema tabú, no vamos a poder honrar la vida”, se indicaba en una nota de prensa del ayuntamiento lucense.




Un momento de la visita nocturna al panteón premiado en el Concurso de Cementerios.

La nueva escultura realizada para conmemorar el 70 aniversario de la construcción del cementerio de San Froilán desde dos puntos de vista distintos.

Jesús Pozo, director de Adiós Cultural, durante su participación en el “I Congreso Iberoamericano. Cultura e Memoria: As perspectivas da morte” que se ha celebrado en Lugo los días 30 de noviembre y 1 de diciembre con la asistencia de un centenar de personas entre ponentes y congresistas.