miércoles, 24 de abril de 2024
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Revista Adiós

El relato “Me muero de chicle”, ganador de la segunda edición del Concurso de Cuentos Infantiles

Publicado: lunes, 08 de octubre de 2018

El relato “Me muero de chicle”, ganador de la segunda edición del Concurso de Cuentos Infantiles

 “Instantes de una vida”, de Andrés Rosselló Oliver fue segundo y “La hija del infinito”, de Antonio Mejías Melguizo tercero.
  
El jurado en esta segunda edición del Concurso de Cuentos Infantiles, convocado por la revista “Adiós Cultural”, quiso destacar durante las deliberaciones la mayor calidad en los textos recibidos, aunque hayan sido menos los participantes.
El jurado ha estado compuesto por los psicólogos Silvia Álava y Pedro Cabezuelo; José Vicente Aparicio, subdirector general de Funespaña; Yolanda Cruz, periodista; Jesús Pozo, director de la publicación “Adiós Cultural”, y Javier Fonseca, escritor y crítico de literatura infantil. Actuó como secretaria Isabel Montes, coordinadora de la revista.
Tras un recuento de las votaciones emitidas por el jurado de forma individual, se concretó en tres los relatos más votados y en este orden: “Me muero de chicle”, de Laura Arnedo Lafuente; “Instantes de una vida”, de Andrés Rosselló Oliver, y “La hija del infinito”, de Antonio Mejías Melguizo.
El jurado, además, quiso hacer una mención especial a otro cuento titulado “Lápices de colores”, que ha gustado por su redacción y contenido, pero que no quedó entre los tres premiados porque se considera que tiene un lenguaje para un público más mayor que al que está se destina la lectura. Algunos miembros del jurado consideraron que la idea y el resultado del cuento es demasiado abstracto para la comprensión de los niños, que en realidad es a quienes están dirigidos los cuentos. El jurado ha insistido de nuevo este año en que se valore para una próxima convocatoria la posibilidad de que haya dos categorías, una para más pequeños y otra para mayores.
Tras las deliberaciones para elegir los tres primeros relatos, hubo unanimidad para señalar el que debía quedar como cuento ganador: “Me muero de chicle”. Se destacó durante la elección que, además de ajustarse estrictamente a las bases del concurso, respeta los objetivos del concurso y consigue hacer una excelente descripción de las emociones. La muerte está muy bien explicada, con la sencillez e ingenuidad propias de un niño, en este caso una niña. Ese aspecto de subrayar la igualdad y el lenguaje inclusivo que tiene el relato se refuerza también con una imagen que ya empieza a ser más habitual, la de las niñas jugando al fútbol en los patios de los colegios.
Con los dos cuentos restantes hubo debate entre los miembros del jurado, pero finalmente se decidió que el segundo premio fuera para “Instantes de una vida”, de Andrés Roselló, porque presenta una historia bien hilada y recogiendo muy acertadamente la evolución de los sentimientos conforme van pasando los años por los protagonistas.
“La hija del infinito”, de Antonio Mejías, quedó en tercer lugar y de él destacó el jurado que maneje imágenes del cuento tradicional. Aunque el relato insiste en el estereotipo de la niña como princesa, no lo hace en el aspecto tradicional de sumisión. Los miembros del jurado entendieron que el autor consigue explicar muy bien el ciclo de la vida, que carece de sentido sin la muerte.
 
En la imagen, los miembros del jurado tras la deliberación. Desde la izquierda, Silvia Álava, Javier Fonseca, José Vicente Aparicio, Isabel Montes, Pedro Cabezuelo y Jesús Pozo.