viernes, 19 de abril de 2024
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Revista Adiós

Homenaje de la comunidad educativa de Moguer a Juan Ramón Jiménez y Zenobia junto a su tumba en el cementerio

Publicado: miércoles, 30 de mayo de 2018

Homenaje de la comunidad educativa de Moguer a Juan Ramón Jiménez y Zenobia junto a su tumba en el cementerio

Vecinos de Moguer (Huelva), localidad natal del Nobel Juan Ramón Jiménez, recordaron ayer a su vecino en el 60 aniversario de su muerte, el 29 de mayo de 1958 en Puerto Rico, con el libro 'Eternidades' como epicentro, al cumplirse este año el centenario de su publicación.
El homenaje ha sido en el cementerio moguereño, en torno a la tumba en la que descansan los restos del Nobel y esposa Zenobia, donde se ha realizado una ofrenda floral y una lectura continuada de poemas, ha informado el Ayuntamiento de Moguer en un comunicado.
El alcalde, Gustavo Cuéllar, que ostenta también la presidenta de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, ha iniciado la lectura y ha realizado la primera ofrenda floral sobre la lápida. Junto a él, han acudido al cementerio moguereño alumnos de los cinco centros escolares de la localidad junto a sus equipos directivos, miembros del gobierno municipal, el director de la Fundación del Nobel, Antonio Ramírez, personal de esta institución que vela por legado de Zenobia y Juan Ramón, y admiradores del escritor que han querido sumarse al homenaje.
Además de cumplirse este año el 60 aniversario del fallecimiento de Juan Ramón en el hospital Mimiya de Santurce, en Puerto Rico, se conmemora también el centenario de la primera edición de una de sus obras fundamentales, como fue 'Eternidades', un poemario con el que el moguereño inicia ese camino de introspección y búsqueda de la poesía pura que sería ya una constante en su trayectoria literaria.
Por este motivo los poemas seleccionados este año por la casa-museo para esta lectura de homenaje han sido textos extraídos de esta obra esencial para entender la idea juanramoniana de que "la poesía es también fuente de luz, porque permite la permanencia y la existencia más allá de la propia muerte", en ese anhelo constante de eternidad que impregnó buena parte de la "obra en marcha" del autor de Platero.
El homenaje a Juan Ramón en el sexagésimo aniversario de su muerte concluyó ayer, como también es tradicional, con la ofrenda sobre su tumba y la de su esposa y compañera, Zenobia Camprubí, de varios ramos de flores amarillas de las que tanto gustaban al Nobel moguereño.
 
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