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Revista Adiós

Una casualidad matemática y el concepto de muerte, en 'Athanatos' de Tenerife

Publicado: lunes, 25 de diciembre de 2017

Una casualidad matemática y el concepto de muerte, en 'Athanatos' de Tenerife

Una construcción cúbica de 11 metros de altura y 10 toneladas de peso  (en la foto) denominada "Memento mori" ("recuerda que morirás" en latín), es la antesala a la exposición "Athanatos. Inmortal. Muerte e inmortalidad en poblaciones del pasado", que reúne hasta el 4 de junio de 2018 una colección única de momias y restos funerarios de todo el mundo.

Esta estructura, un cubo gigantesco, sirve de vestíbulo al espacio funerario que se encuentra debajo en el Museo de la Naturaleza y el Hombre y en el que se exponen individualmente, en vitrinas climatizadas y con un sofisticado sistema de iluminación sin emisión de radiación ultravioleta, las distintas momias, objetos y otros restos humanos que componen la exposición. Contiene además una serie de proyecciones audiovisuales que introducen al visitante a la muestra, informa el Cabildo de Tenerife en un comunicado.
El suelo, cubierto de arena blanca y con una pasarela de madera, simula una excavación arqueológica y, en su centro, oculto por una serie de cortinajes superpuestos, se encuentra la escultura de una estrella octángula dibujada por Leonardo Da Vinci en el siglo XVI como evocación del uso simbólico de la geometría para representar la muerte en muchas culturas a lo largo de la historia.

Un espacio singular

El diseñador de la muestra, Gonzalo Ruiz, se dio cuenta de que hacía falta un elemento icónico que lo dotara de emoción, y ello le llevó a realizar una larga investigación que le permitió descubrir "una casualidad matemática entre el número cuatro, el cuadrado y el cubo, y el concepto de muerte y trascendencia en muchas culturas humanas, presente, incluso, en la literatura y el cine moderno". De ahí surgió la idea de este cubo, y sus grandes dimensiones están relacionadas con el propio concepto de la muerte como algo grandísimo, superior y fuera de control. Su construcción ha supuesto un gran reto técnico y ha necesitado la asistencia de los arquitectos Carlos Pallés y Rafael Ángel Jaén quienes, además de limitaciones presupuestarias y de tiempo (la construcción se ha realizado en 28 días), han tenido que afrontar varias dificultades añadidas. Por un lado, la complejidad de su diseño, la adaptación a un espacio emblemático protegido ya que el Museo de la Naturaleza y el Hombre está ubicado en el Antiguo Hospital Civil de Nuestra Señora de los Desamparados, declarado Bien de Interés Cultural. Al final optaron por una solución geométrica y cortar el cubo de manera que quedara una base hexagonal. Además, debía ser una estructura provisional, es decir, desmontable y reutilizable, pero que garantizara también los parámetros habituales de accesibilidad y seguridad de cualquier edificación permanente.
Esto llevó a los arquitectos a decantarse por la utilización de una estructura configurable, conocida como sistema Truss, que se emplea en la construcción de escenarios o pabellones y que es un material con un coste aceptable, ligero, estable, fácil de montar y de transportar.