jueves, 28 de marzo de 2024
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Revista Adiós

Protestas por el intento de construir viviendas de lujo en un tramo del “Muro de Berlín” que se levanta como homenaje funerario a más de 200 personas que murieron allí

Publicado: sábado, 02 de marzo de 2013



 

Las protestas en la calle y en internet lograron ayer paralizar "in extremis" las obras para desmontar parte del tramo más emblemático del Muro de Berlín, en jaque por la construcción de unas viviendas de lujo en la antigua franja de la muerte.
El Muro de Berlín, denominado oficialmente “Muro de Protección Antifascista” por la socialista República Democrática Alemana-RDA, también fue apodado “Muro de la vergüenza” por parte de la opinión pública occidental, fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República Federal Alemana de la República Democrática Alemana hasta ese año.
En la práctica, el muro sirvió para impedir la emigración masiva que marcó a Alemania del Este y al bloque comunista durante el período posterior a la II Guerra Mundial. El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.
Desde primera hora de la mañana, alrededor de unas 200 personas se concentraron delante del tramo que un equipo de operarios empezó a desmantelar ayer tarde con maquinaria pesada y un fuerte despliegue policial y su persistencia logró posponer, al menos dos días, estas tareas.
Los manifestantes criticaban con lemas y pancartas la destrucción de un monumento tan emblemático como es la denominada "East Side Gallery", el tramo más largo de muro que aún se conserva en pie y que es famoso por grafiti como el del "beso de tornillo" entre Leonid Brézhnev y Erich Honecker, según informa en la agencia Efe Lucía Agustín.
"El muro sólo tiene sentido cuando está completo, si le abres un hueco pierde su significado", aseguró a Efe uno de los manifestantes, un joven alemán que se identificó como Max.
Pasadas las 11 de la mañana, un numeroso operativo policial desmantelaba el primer -y hasta el momento único- bloque de hormigón prefabricado de un metro de anchura del muro y, en una carretilla, lo transportaban hasta una camioneta.
Pancartas con el lema "¿Es que la cultura ya no vale nada?" presidían una protesta sin incidentes que se ha alargado durante algo más cuatro horas.
La convocatoria para la concentración, que instaba a realizar una cadena humana frente al muro para impedir su desmantelamiento, ha sido promovida a través de las redes sociales.
Además, la semana pasada arrancó una petición en la plataforma social de Change.org, que hasta esta tarde había recabado más de 34.000 firmas para paralizar las obras de este bloque de viviendas de lujo.
Las obras están rodeadas de contradicciones y "secretismo", denuncian preocupados Max y alguno de sus acompañantes en la protesta.
La apertura de un hueco en el otrora infranqueable Telón de Acero tiene como objetivo construir una salida de emergencia desde el parque en que se ha convertido la franja de la muerte, terreno sobre el que se edificarán las viviendas de la polémica.
Sin embargo, la promotora Living Bauhaus aseguró en un comunicado que el desmantelamiento del muro "no tiene nada que ver" con la construcción de su edificio, sino que "se trata de un requisito del distrito berlinés" al que pertenece la parcela.
Por su parte, el portavoz del distrito declaró que la administración berlinesa "no tiene nada que ver con eso", a pesar de la intervención directa de las fuerzas de seguridad en las tareas de desmantelamiento.
Kani Alavi, uno de los pintores encargado de decorar el muro en los años 90, lamentó este hecho y criticó que ninguna autoridad se responsabilice de lo que está pasando. "No sabemos qué es lo que se proponen ni de dónde viene la autorización que permite la desmantelación del muro", dijo Alavi, quien aseguró estar "contento" con la respuesta popular. Además, el pintor mostró su satisfacción con el hecho de que se haya logrado paralizar las obras al menos durante dos días y que el asunto se vaya a debatir en la asamblea del Gobierno Regional de Berlín.
Alavi mostró su indignación con el hecho de que la empresa constructora se respalde en que el terreno donde está levantado el muro sea privado y que, por tanto, ese fragmento del Muro de Berlín le pertenezca. En esta misma línea se manifestó una de las asistentes a la concentración, la joven arquitecta Nina Gerard que aseguró a Efe no entender que "un monumento tan importante para la historia de Alemania se deje caer en manos privadas".
 Por su parte, el responsable de marketing de la "East Side Gallery", Jörg Weber, dijo no poder comprender que el Ayuntamiento de Berlín "luche" por muchos otros proyectos sociales pero no lo haga por una causa como ésta.
La futura construcción tendrá una altura de 63 metros, lo que la convierte en uno de los edificios más altos de la capital alemana desde la caída del muro y que, con sus 6.000 metros cuadrados, ofrecerá viviendas a partir de los 2.750 euros el metro cuadrado, muy por encima de la media de la zona.