martes, 23 de abril de 2024
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Revista Adiós

Francisco Cano Lorenza “Canito”, fotógrafo. 103 años

01 de enero de 1970

Francisco Cano Lorenza “Canito”, fotógrafo. 103 años

27/07/2016
Tras varias décadas retratando con su mirada avispada y su inseparable cámara las faenas de otros sobre la arena en cientos de plazas de toros, el decano de los fotógrafos taurinos, "Canito", se despide como un maestro: dando la vuelta al ruedo y saliendo a hombros por la puerta grande.
Era su deseo, confesado a amigos del mundo taurino y a familiares, que será una realidad mañana cuando se cierre la capilla ardiente que desde este mediodía está instalada en la plaza de toros de Valencia para despedir a Francisco Cano Lorenza, que esta madrugada ha fallecido a los 103 años.
La gorra blanca con su nombre escrito en negro con rotulador, símbolo de "Canito", y una de las últimas cámaras que utilizó hasta hace apenas dos meses cuando sufrió una neumonía descansan sobre un sencillo féretro presidido por una instantánea del fotógrafo apoyado sobre la barrera en una plaza de toros.
Con cuentagotas llegaban esta mañana aficionados, amigos y peñistas a dar el último adiós a un personaje cuya profesionalidad, generosidad y bondad, como comentaban en algún corrillo, marcó una vida centenaria, en la que antes de fotógrafo también fue boxeador, ciclista, nadador y novillero.
"Él fue torero y hace años que nos comentó que quería salir por la puerta grande, pero han sido sus amigos taurinos los que me han recordado ese último deseo", recuerda a EFE Isabel Cano, hija del segundo matrimonio de "Canito" con Maruja y que no paraba de contar anécdotas y vivencias junto a su padre.
Asegura su yerno Francisco José Michó, marido de Isabel, que Cano "nunca fue consciente de que era mayor y tenía que llegar el final, tenía ilusión de vivir y se creía más joven que los años que realmente tenía", como refleja que ya con 90 años se compró un coche Mercedes "con la ilusión de poder disfrutarlo durante años".
La muerte de su esposa, hace unos meses, fue "un golpe, la lloró mucho y dio un bajón importante" pero aun así compartía la vida con las dos hijas de este matrimonio, Isabel y Amparo, y estaba especialmente orgulloso de sus nietos, e incluso a uno que practica kárate siempre aconsejaba, como boxeador que fue, "atacar primero, sorprender".
Isabel asegura que Cano ha estado "mimado" en sus últimos días y sus palabras recuerdan el cariño, respeto y admiración que despertó durante toda su vida quien ella define como "buen padre y buen abuelo, además de buen profesional".
Más que con anécdotas taurinas, dice Isabel que su familia, que se completa con los tres hijos de su primer matrimonio, se queda con "el montón" de amigos que hizo Cano a lo largo de su vida tanto en España como en el extranjero, toreros, periodistas, médicos y aficionados: "Era una persona generosa y lo quería todo el mundo".
Ser el único fotógrafo que captó la muerte de Manolete en la plaza de Linares en 1947 fue el mayor éxito de su carrera pero al mismo tiempo, según su hija, lo sintió "como una pérdida familiar" porque él "veneraba y tenía mucho aprecio" al torero cordobés.
Cano será recordado con una cámara colgada al cuello hasta "para ir a la horchatería de la esquina" y por un archivo fotográfico de más de dos millones de instantáneas en las que, además de toreros, no faltaron personajes como Ava Gadner, Sofía Loren, Concha Piquer, Grace Kelly, Ortega y Gasset, Charlton Heston o Ernest Hemingway.

Mónica Collado (Efe).