miércoles, 24 de abril de 2024
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Revista Adiós

René de Coupaud, Músico. 65 años

11 de febrero de 2018

René de Coupaud, Músico. 65 años

11/02/2018
Ayer falleció en Gijón el músico René de Coupaud, responsable del Taller de Músicos de Gijón de la Fundación Municipal de Cultura durante 25 años. Los restos de René de Coupaud Villarrubia serán incinerados en la intimidad familiar y mañana, a las cinco de la tarde, tendrá lugar el funeral en la iglesia gijonesa de San Esteban del Mar, en El Natahoyo.
El también músico Luis Delgado, amigo de ‘Adiós Cultural’ ha publicado en su página de Facebook un obituario sobre la personalidad y la obra de René de Coupaud.
 
Luis Delgado
Hoy es un día muy triste. Nos ha dejado René de Coupaud. Siempre decimos lo mismo de los que se nos van, pero René era tan buena persona como gran músico. Fue una de esas personas que viven en la discreción, siendo un artista enorme. Los que trabajamos con él, sabíamos que era único y especial. En los años 70 y 80, René era un músico de sesión que trabajó con los artistas punteros de la época: Camilo Sesto, Donna Hightower, Joan Baptista Humet, Juan Carlos Calderón, Ángela Carrasco, Albert Hammond, Danny Daniel, etc. Perteneció también a Alcatraz, grupo que entre otras cosas se dedicaba al Soul Rock y al Rythm and Blues. Arreglista brillante, buen instrumentista y productor inspirado, regentó durante años el Estudio Eolo, junto a Pedro Bastarrica. Allí, como técnico de sonido, hizo cientos de discos, muchos de ellos fundamentales para la música asturiana. Entre otras cosas, estuvo al mando del Taller de Músicos de Gijón y en la directiva de la Fundación Municipal de Cultura hasta su jubilación, hace tan solo un año.
Era una de esas personas a las que las canas que el tiempo le había otorgado, le resultaban ajenas. Debajo de su aspecto venerable de los últimos tiempos, se escondía la mirada inquieta del músico joven que todos los días da comienzo a su carrera. Vivía con la sólida experiencia de los años de oficio, y con una pasión y una curiosidad irrefrenable por las nuevas vertientes y los adelantos de la tecnología.
Cuando le llamabas al despacho y oias su voz suave al otro lado del teléfono, una sensación de tranquilidad te invadía, porque René siempre estaba dispuesto a ayudar en lo que se le solicitara. A su lado, tenías la sensación de haber llegado a casa. Cultivaba un fino sentido del humor que le hacia vivir con la sonrisa interior y con la afabilidad de los grandes de corazón.
Gracias, querido René, por todos estos años de amor a la música, de cariño y de fidelidad inquebrantable a los amigos. Tu huella nos seguirá inspirando, compañero.