Concha Márquez Piquer ha fallecido en Madrid a los 75 años. La cantante llevaba un tiempo delicada de salud y finalmente no ha podido superar una insuficiencia respiratoria. “Han sido 40 años sin separarnos para nada. Siempre estábamos juntos en todo y no concibo estar sin ella”, ha lamentado su marido Ramiro Oliveros, ha informado Colpisa.
Nacida el 31 de diciembre de 1945 en Buenos Aires, la hija de la icónica tonadillera Concha Piquer y del torero Antonio Márquez, apodado Belmonte Rubio, fue amadrinada por Evita Perón, y desde joven siguió los pasos artísticos de su progenitora.
Se casó con Curro Romero con sólo 17 años y tuvo a dos de sus hijas con el torero, Coral y Conchitin. La cantante se separó del matador en 1979, y obtuvo el divorcio tres años después. Sin embargo, Concha nunca consintió la nulidad eclesiástica del torero, aunque hubieran pasado más de cuatro décadas y cada uno hubiera rehecho su vida. Con la sentencia de divorcio, Concha decidió casarse por lo civil el actor Ramiro Oliveros, y de esa unión nació su hija Iris.
Uno de los momentos más duros de la vida de Concha Márquez Piquer ocurrió en noviembre de 1986, cuando su hija Coral falleció en un accidente de carretera cuando acababa de cumplir 19 años.
Como cantante, Concha debutó a los 24 años en un festival benéfico en el madrileño teatro Calderón, pero fue un año más tarde, el 21 de junio de 1970, cuando hizo su presentación en el teatro de la Zarzuela de Madrid. Entonces interpretó un recital de veinte canciones, acompañada por una orquesta de treinta y cinco músicos.
Durante toda su carrera se convirtió en uno de los referentes de las copla, de la que era una de sus máximos exponentes, no solo en España sino también en toda Latinoamérica.