Texto y fotografías facilitado por el participante.

PANTEÓN AGUSTÍN GISBERT VIDAL (1903)

Fernando Cabrera, pintor, diseña el conjunto histórico.
José Cort, ingeniero, proyecto de la cripta.
Vicente Pascual, arquitecto, proyecto del monumento.
Lorenzo Ridaura, escultor, autor del Ángel del Silencio.

Se trata de un panteón arquitectónico que imita un dolmen prehistórico, aunque está realizado con cemento en su mayor parte.
Cuenta con capilla y cripta interior, donde se practican las inhumaciones, aunque simule una lápida de acceso en el exterior, donde se sitúa también la escultura.
Elaborado en pleno contexto del Modernismo, evidente sobre todo en la figura del Ángel, utiliza materiales propios de la industrialización como son el cemento y el hierro, además de evocar una naturaleza pretérita donde el ser humano retorna a sus raices una vez ha muerto.
Colaboran en su creación figuras clave en la sociedad y el arte alcoyano del momento, fusionando diversas disciplinas en un "arte total", siendo su promotor un importante industrial, conocido, sobre todo, por su original lugar de residencia, la peculiar " Casa del Pavo", prototipo del Modernismo, por lo que se da el paralelismo de la singularidad entre el espacio de los vivos y el de los muertos.
El conjunto se remata con un pebetero y una guadaña (hoy día perdida la hoja), simbolos del tempus fugit, la fugacidad de la vida, tan presentes en la iconografía funeraria.