martes, 19 de marzo de 2024
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Revista Adiós

Ginés García Agüera


Periodista especializado en cine. Colaborador de "Adiós Cultural" desde el número 1.

Cine | La cabina, ¿sin López Vázquez dentro?

24 de julio de 2018

Sería un nuevo acierto del Ayuntamiento de Madrid, que añadiera la escultura del actor a la instalación que se va a aprobar, naturalmente dentro de la cabina, y con los brazos implorando una ayuda que nunca llegaría.

La cabina, ¿sin López Vázquez dentro?

Lo más probable es que el Ayuntamiento de Madrid en pleno va a aprobar este martes, día 24 de julio, la instalación de una cabina telefónica roja, en la plaza del Conde del Valle de Suchil, como homenaje al cineasta Antonio Mercero, fallecido el pasado 12 de mayo aquejado de Alzheimer. Mercero dirigió, allá por 1972, la película “La cabina”, para televisión española, con José Luis López Vázquez, como absoluto protagonista, y la emisión se convirtió enseguida en un hecho histórico de lo que se llama índice de audiencia por cuanto, por aquel entonces, fueron millones los españoles que visionaron en sus pantallas en blanco y negro, la claustrofóbica angustia de un ciudadano que se veía encerrado en uno de esos ataúdes con teléfono, ahora en franca desaparición en todas las ciudades del mundo.
Previsiblemente, la cabina roja se instalará en el lugar apuntado, muy cerca de los espacios en los que Mercero rodó aquella obra maestra televisiva que hoy, cuarenta y tantos años después de su emisión, sigue poniendo los pelos como escarpias al más templado de los espectadores. Y que nos les quepa la menor de las dudas, esa cabina roja se va a convertir en un atractivo turístico innegable, y al que van a acudir miles de usuarios a fotografiarse junto a ella.
Así las cosas, de entrada cabe, por una parte, aplaudir la decisión municipal, lograda gracias a la entusiasta iniciativa del guionista de televisión y gran admirador de Mercero, David Linares, que ha conseguido el logro ganándose apoyos del mundo del cine, la Academia de las Artes Cinematográficas, y hasta la propia Compañía Telefónica, amén de todo el arco ideológico representado en la Corporación Municipal de Madrid.
Pero, por otra parte y en otro orden de cosas, teniendo en cuenta que la autoría de una obra audiovisual, pertenece al conjunto de sus creadores, y dejando patente el talento de Antonio Mercero en la ejecución de “La cabina”, no cabe duda de que su actor, el grandísimo José Luis López Vázquez, protagonista de la obra, con un trabajo sobrecogedor, que consiguió angustiarnos y acompañarle en su horrible encierro, constituyó una parte decisiva en el éxito de aquella película inolvidable. Y la imagen colectiva de millones de españoles es, efectivamente, esa cabina. ¿Roja? Bueno, en aquella época con teles en blanco y negro, intuíamos su color. 
Pero esa cabina pertenece a nuestro imaginario con José Luis López Vázquez dentro. Y sería un nuevo acierto del Ayuntamiento de Madrid, que añadiera la escultura del actor a la instalación que se va a aprobar, naturalmente dentro de la cabina, y con los brazos implorando una ayuda que nunca llegaría. El homenaje al inolvidable Antonio Mercero, se vería enriquecido con la presencia de uno de los mejores actores de la historia del cine. Y las fotografías de turistas y visitantes, se multiplicarían por mil.