martes, 19 de marzo de 2024
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Revista Adiós

Ginés García Agüera


Periodista especializado en cine. Colaborador de "Adiós Cultural" desde el número 1.

CINE | El testamento de Harry Dean Stanton

06 de mayo de 2018

Probablemente mejor actor secundario de la historia del cine norteamericano.

El testamento de Harry Dean Stanton

Hablar de Harry Dean Stanton es hablar del probablemente mejor actor secundario de la historia del cine norteamericano.
Su figura ha poblado centenares de películas de todos los géneros posibles durante más de sesenta años. Ha participado en títulos como “En el calor de la noche”, “La leyenda del indomable”, “El padrino II”, “Corazón salvaje”, “La última tentación de Cristo”, “Pat Garret y Billy the Kid”, “La milla verde” o “Twin Peaks”. Fue uno de los tripulantes de la nave “Nostromo” de “Alien, el octavo pasajero”, y llegó a protagonizar esa obra de referencia que fue “Paris Texas” a las órdenes de Win Wenders, en la que los cinéfilos nunca olvidaremos su rostro desamparado por un paisaje desértico o su mirada al escaparate donde se mostraba una icónica e irresistible Natassia Kinski.

Este tipo, fabricado con la fuerza de la naturaleza de los inmortales, falleció a la edad de 91 años el pasado septiembre de 2017. Pero justo unos días antes de dejarnos, tuvo tiempo de llevar a cabo un salto actoral al vacío impresionante, dando vida a un vaquero moribundo, ético, ateo, esperanzado, cantante de rancheras, anarquista, dulce, desmemoriado, emocionante, inolvidable, en la película “Lucky” que llega a España ahora en mayo, dejándonos un testamento cinematográfico que se va a quedar con nosotros para siempre.

El director de “Lucky” no podía ser otro más que otro actor, también secundario de lujo, de nombre John Carrol Lynch, que nos regaló en su día personajes tan imperecederos como el presunto asesino de “Zodiac”, de David Fincher, el maravilloso marido de Frances McDormant en “Fargo”, de los Coen, o el peluquero de ironía insobornable de “Gran Torino”, de Clint Eastwood.

“Lucky” se transforma, ahora en su estreno, en un peculiar homenaje no sólo a su protagonista, Harry Dean Staton, que no pudo ver la película terminada, sino a toda una manera de entender el cine y la propia vida.