viernes, 29 de marzo de 2024
Enalta
Revista Adiós

Ginés García Agüera


Periodista especializado en cine. Colaborador de "Adiós Cultural" desde el número 1.

| Se mueren en julio, de dos en dos

02 de agosto de 2017

el 30 de julio, se marchaba una de esas mujeres que son mucho más que actrices, para convertirse en mitos inmortales: desaparecía la mirada, la boca, el talento, el modo de caminar más elegante, la belleza de la actriz francesa Jeanne Moreau.

Se mueren en julio, de dos en dos

 ¿Qué tienen en común gentes como Robert Mitchum, James Stewart, Michelangelo Antonioni, Ingmar Bergman, Jeanne Moreau y San Shepard? A simple vista, este sexteto de nombres gloriosos pertenece al mundo del cine, sin duda, y cada uno en su parcela creativa determinada, han contribuido, y mucho, a engrandecer ese arte de las luces y las sombras que lleva fascinándonos ciento veinte años.
Pero todos ellos, aparte, guardan un nexo en común. Y es que los seis, fallecieron en un mes de julio. Hay más, dejaron este mundo un mes de julio terminado en siete. Y otra cosita peculiar, lo hicieron por parejas.
No soy yo dado a cuestiones relacionadas con cosas como la mala suerte, la superstición, las manías, el “mal fario” y otras coletillas similares. Más bien, nos quedaremos con otras más elaboradas como el destino o la casualidad, pero no me digan que no resulta curioso que en los últimos años terminados en siete, hayamos tenido que despedir a esos grandes nombres del cine, y lo hayamos hecho de dos en dos. Y todos en el séptimo mes del año.
Vayamos por partes. El 1 de julio de 1997 y el 2 de julio del mismo año, con apenas unas horas de diferencia, fallecían respectivamente Robert Mitchum y James Stewart, dos iconos de la interpretación del Hollywood clásico, cada uno de ellos con una filmografía plagada de grandes títulos.
Diez años después, en julio de 2007, nos abandonaron los directores Michelangelo Antonioni e Ingmar Bergman. Ambos lo hacían el 30 de ese mes, y ambos fueron dos cineastas que cimentaron la autoría del cine europeo, desde Suecia, desde Italia, dejándonos una obra imprescindible para entender nuestro entorno y profundizar en eso que se llama la naturaleza humana.
Llegamos a julio de 2017, y otra pareja de cineastas imperecederos, van y se nos mueren con apenas unas horas de diferencia. Sam Shepard, ese todo terreno que con su inmensa inteligencia abarcó la literatura, el teatro, el cine…, lo hacía el 27 de julio, víctima del ELA. Y unos días después, el 30 de julio, se marchaba una de esas mujeres que son mucho más que actrices, para convertirse en mitos inmortales: desaparecía la mirada, la boca, el talento, el modo de caminar más elegante, la belleza de la actriz francesa Jeanne Moreau.
Julio, jodido mes para cineastas grandes, que nos obliga a despedir a creadores grandes. Y por parejas.