jueves, 18 de abril de 2024
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Revista Adiós

Acostarse

21 de diciembre de 2018

Algunas palabras nos sorprenden por su rica polisemia.

Acostarse

Escrito por Javier del Hoyo

Algunas palabras nos sorprenden  por su rica polisemia.
 
Hoy traemos a colación un verbo de uso muy frecuente en español, como es ‘acostarse’, pero en una acepción muy poco conocida, muy poco usual, tanto que no la recoge el Diccionario de la Real Academia (DRAE), aunque sí el Diccionario de Uso del Español de María Moliner. Acostarse en principio es ponerse de costado, tumbarse, ladearse, pero en el mundo bíblico equivale a ‘yacer’. Así, en el libro segundo de Samuel hay un pasaje en el que el profeta Natán le dice al rey David por orden de Yavéh: “cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré tu realeza” (II Sam 7, 12; traducción de los libros litúrgicos españoles). El contexto es inequívoco y puede ser sustituido por “cuando yazgas con tus padres”.

Este sentido de “reunirse con los antepasados” era vital, fundamental en el pensamiento hebreo, como podemos verlo en otros pasajes de la Biblia. Así al final del Génesis, al relatarnos la muerte de Jacob, se dice: “Luego les dio instrucciones y les dijo: ‘Yo voy a reunirme con mis mayores, enterradme junto a mis padres, en la cueva que está en el campo de Efrón [...] Allí sepultaron a Abraham y a Sara, su esposa; allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lía’” (Gén 49,31). Vemos de nuevo como la expresión ‘reunirse con los antepasados’ equivale igualmente a morir. Aún podemos añadir una tercera expresión completamente original, como es ‘recoger los pies’. Es en la continuación del relato de la muerte de
Jacob donde se nos transmite de forma lacónica: “Cuando Jacob hubo acabado de dar estas instrucciones a sus hijos, recogió sus pies en el lecho y expiró, yendo a reunirse con sus mayores” (Gén 49, 32)